jueves, 25 de septiembre de 2008

miércoles, 24 de septiembre de 2008

martes, 17 de junio de 2008

¿Qué características debe tener un profesor para ser un buen profesor?


Creo que todos buscamos que alguna vez en el desarrollo de nuestra carrera se nos catalogue o reconozca como un buen profesor. Pero, ¿cuáles son las características que debe poseer un buen profesor?, ¿cómo se debe comportar?, eso es lo que analizaremos en este ensayo.
Es necesario que al pensar en una respuesta para solucionar ésta interrogante estemos pensando en lo que responderían nuestros alumnos, ya que sin lugar a dudas ellos son los elementos primordiales en nuestro trabajo, y con ellos nos relacionaremos día a día, por lo tanto es primordial que enfoquemos hacia allá nuestra contestación. Por lo mismo, al pensar en una respuesta me puse en el papel de cuando yo era alumna, y me pregunte, ¿qué características debía tener para mí un buen profesor? Y al pensar en una respuesta, llegue a la siguiente: Primero, sin lugar a dudas, los buenos profesores deben poseer características tales como, la paciencia, serenidad, conocimiento, comprensión, respeto, y honestidad, ya que todas ellas son algunas de las características que deberían formar a un buen profesor.
A la vez, estos buenos profesores se caracterizan porque conocen su materia extremadamente bien. Pero no son solo meros eruditos, ya que utilizan su conocimiento para ir al fondo de los asuntos, a los principios fundamentales y a los conceptos básicos; son capaces de simplificar lo complejo de manera que motivan el aprendizaje. Tienen además una comprensión intuitiva del aprendizaje humano. De igual manera, dan gran importancia a su tarea docente, tanto como a su investigación. Y al programar sus lecciones ya sean seminarios, prácticas, u tutorías, se plantean los objetivos del mejor aprendizaje para sus alumnos.
Se caracterizan a la vez por ser exigentes con sus alumnos, esperan mucho de ellos. Pero plantean objetivos ligados a las salidas profesionales de sus estudiantes y a la formación que éstos necesitarán a lo largo de su vida, es decir, no se trata de proyectar dificultades arbitrarias. Y en sus lecciones intentan crear un entorno para el aprendizaje crítico natural, en el que los estudiantes se enfrentan con su propia educación, trabajando en colaboración con otros, confían en la valoración de sus tareas. Pero lo mas importante, confían en sus alumnos, son francos y abiertos con ellos, y siempre son amables, además evalúan el resultado de su tarea y saben rectificar cuando es necesario. Todas estas características en su conjunto forman lo que debería ser un BUEN PROFESOR.
Pero como sabemos es muy difícil encontrar a alguien con todas esas características en nuestras vidas, sino que nos encontramos a profesores que poseen una o mas de una cualidad de aquellas, pero no todas. Por lo mismo describiré algunos de los tipos de profesores con los cuales me he encontrado en mi vida de estudiante. Bueno, comenzaremos con el típico hombre estudioso que dedicó buena parte de su vida a enriquecer sus conocimientos, a saber a más de las ciencias que tienen que ver con la didáctica y la pedagogía mucho de aquellos conocimientos propios de su asignatura, pero llegamos a la conclusión que este es el típico profesor sabio, el gran conocedor, el consultor, pero que aun no daba el salto, que todo aquello no le servía todavía para ser buen educador.
Otro típico caso es el espléndido expositor, es decir de aquel que a más de conocer encantaba a su auditorio porque era capaz de sostener su atención y expresar con relativa facilidad, su versatilidad, su conocimiento, sus propias destrezas y características. Sus clases sin duda resultaban maravillosas pero aun todo aquello no le ratificaba como buen educador, demostraba tan solo tener conocimiento, dominarlo y saber expresarlo, pero le faltaba algo más, algo que un buen profesor debía tener. ¿Qué será? Y por ultimo nos encontramos con algo mas común para todos, nos encontramos con aquel profesor que algo menos sabio, domina la explicación, llevando su lenguaje a los niveles del alumno, aquel que no detenía ahí su atención sino buscaba la comprensión real en ellos de lo expresado; a este, al buen educador, le interesa cuánto su alumno aprendió, no cuán hermosa fue su clase o cuán amplio fue su conocimiento, sabe que su medida está dada por la respuesta de sus alumnos, sabe que su calificación no puede ser otra que aquella que obtengamos del conocimiento interiorizado en cada una de las mentes que constituyen su auditorio. Éste sin duda es el que logra proyectar a su estudiantado hacia el dominio del conocimiento, el que puede hacer que ese grupo de niños y jóvenes trabajen con este, porque lo han hecho suyo, porque lo manejan, porque saben de lo que están hablando.
Sin lugar a dudas, creo que todos a lo largo de nuestras vidas hemos tenido de los tres tipos de educadores, el que mucho sabe, el de las clases lindas, y el que se entregó hasta hacernos comprender, hasta estar seguro de que dominábamos el tema, de que podía estar tranquilo porque el conocimiento había saltado desde su inteligencia o desde los textos adonde debía estar, a nuestra mente para desde ahí poder ser la herramienta práctica y fructífera en nuestro crecimiento personal y en nuestro desarrollo. Por lo tanto mi meta es llegar a tener un poco de los dos anteriores casos, pero asimilarme por completo al buen profesor, aquel que llega a fomentar y forjar una relación tan constructiva con sus alumnos que los llena de conocimientos, y lo guía en su futuro, creo que ese es el tipo de profesor que un alumno nunca olvida.

viernes, 6 de junio de 2008

¿Qué acciones concretas realizarías para verificar tu buen desempeño como educador?

Cada vez es más evidente la necesidad de una preparación que nos permita hacer frente a este difícil y competitivo mundo que se nos presenta acompañado de un futuro no muy preciso debido al perpetuo conflicto entre la lucha por el poder, y en nuestra posición, de la lucha por el conocimiento sobre de la ignorancia.
Es muy común que luego de egresar uno se relaja, se deja estar y no sigue estudiando o perfeccionándose, por lo mismo no nos actualizamos en contenidos y eso perjudica en gran manera a nuestros alumnos, y nosotros mismos nos vemos afectados, ya que como sabemos, es de real importancia transmitir conocimientos reales, verídicos, que tengan una base sólida, pero para lograr esto tenemos que estudiar, preparar bien nuestras clases, y buscar métodos y técnicas que permitan ésta comunicación y entrega de conocimientos de una mejor manera.
Debemos de observar a nuestros esfuerzos actuales en miras de poder enfrentar una situación real y no disfrazada por ilusiones falsas y llenas de solamente buena voluntad. Es ahora cuando debemos de preguntarnos acerca de la eficiencia en nuestro desempeño académico, de nuestro grado de preparación para poder desempeñarnos como buenos pedagogos y formar a alumnos competitivos en un futuro.
Por lo anterior, es bueno estar evaluándose constantemente, ya que nosotros muchas veces pensamos que nuestra labor la estamos ejerciendo de la mejor manera, sin percatarnos que lo hacemos pésimo, y al no percibir esto seguimos avanzando como si todo anduviera de maravillas, y como consecuencia tenemos a alumnos con lagunas de conocimiento, atrasados y con muy bajo rendimiento. Y obviamente en estas circunstancias ¿quienes son los culpables? , -los alumnos respondemos, que son unos tontos y no aprenden-, nunca analizamos bien si nuestra labor la estamos realizando de la mejor manera, o me equivoco? Por lo tanto considero una buena opción la evaluación docente por parte de los alumnos que son los actores principales en este ejercicio de la enseñanza.
Por lo tanto, debemos tomar conciencia de este gran problema, ya que nuestra labor es fundamental en la formación de nuestros alumnos que serán el futuro de Chile, por lo tanto me pregunto, ¿qué ocurre si ejercemos mal nuestra labor?, tendremos a generaciones de jóvenes que serán unos ineficientes, mal preparados teóricamente por culpa de nuestro mal desempeño, o sea meditemos un rato.
Analizando lo expuesto anteriormente, seria un buen método implantar una evaluación continuada y rígida al docente, para que así estemos siempre preparándonos, estudiando para no quedar mal frente a nuestros alumnos, y a la vez así tener una base de comparación para evaluar qué tan preparados nos encontramos y mejorar en nuestras deficiencias. Pero para esto es necesario que exista un control, un seguimiento constante para que nos quedemos dormidos en los laureles.
Así, como conclusión, insto a todos a que nos preparemos, que no dejemos de estar estudiando, de informarnos, de ir actualizándonos, un ejemplo, hoy en día ir de la mano con la tecnología, para que así se facilite el aprendizaje para nuestros alumnos que manejan muy bien este método de la computación; por lo tanto nosotros como profesores nos debemos adaptar en esta sociedad educativa que se encuentra en constante movimiento, esa es nuestra labor, el adaptarnos y cambiar, pero con el deseo de cambiar para mejorar, y así lograr realizar nuestra labor de la mejor manera, y conseguir ser reconocidos como unos docentes eficientes.

martes, 27 de mayo de 2008

¿Cómo enseñar para que la diversidad de estudiantes presentes en una sala de clases aprenda?


El proceso de enseñanza y de aprendizaje es muy complejo debido a la diversidad de alumnos con los cuales nos enfrentaremos, ya que cada uno de estos alumnos tendrá una mentalidad diferente, asimilara los conocimientos de una forma completamente disímil a los demás, y avanzara a su ritmo, por lo tanto, ahí nosotros como profesores debemos encontrar la forma de llegar a cada uno de nuestros alumnos, para nivelarlos como curso y tratar de que todos entiendan de igual manera. Pero esta nos es una tarea muy fácil que digamos.

Para lograr esto es preciso conocer el nivel de los alumnos, sus conocimientos previos, para avanzar partiendo de lo que dominan y ayudarles a llegar al objetivo de enseñanza fijado. De la misma forma es recomendable avanzar en los conocimientos de menor a mayor dificultad, de forma que el alumno progrese partiendo de lo más conocido y sencillo a lo más complejo.

Además dentro de este proceso de enseñanza-aprendizaje debe existir una comunicación bidireccional que debe utilizarse por nosotros los docentes como fuente de información para detectar los fallos en nuestra labor docente, para subsanar carencias de información de los estudiantes y para confirmar la consecución de los objetivos propuestos. Este carácter bilateral de la comunicación es fundamental como sistema de adquisición de información que permite controlar el proceso y realizar las correcciones oportunas en un mecanismo iterativo que nos acerca a nuestro objetivo, para así mejorar nuestra técnica, y entregar los conceptos de una forma adecuada a nuestros alumnos.

Pero lo más fundamental para lograr un éxito en esta tarea es lograr captar y fomentar una motivación en el educando. Tal como demuestran numerosas investigaciones, la motivación es la variable fundamental en el proceso de aprendizaje, siendo el elemento motivación, esencial para el logro de los objetivos educativos, ya que de esta manera los conceptos será abordados y entendidos de una forma mas amena debido a que el alumno los asimilara como un conocimiento significativo para su vida, lo cual facilitara este proceso de enseñanza-aprendizaje, por lo mismo esta frase me hace mucho sentido “nuestra mente asimila solamente las ideas que le resultan interesantes, comprensibles y útiles”. Y aquí cabe mencionar que esta responsabilidad la adquiere el profesor, ya que en sus manos esta la tarea de realizar sus clases de una forma más dinámica, más cercana a los alumnos, para que así ellos se animen a participar de ella.

Otra forma de facilitar esta comprensión por parte del grupo curso, es fomentar el trabajo en grupo, ya que la integración del discente en un grupo de trabajo facilita el aprendizaje y la ayuda mutua, fomentando así la motivación y la resolución de dudas. Las nuevas estructuras organizativas enfatizan la importancia del trabajo en equipo y la capacidad de integrarse mediante una participación activa. Por tanto, las nuevas exigencias sociales y laborales demandan capacidad creativa, de comunicación verbal y escrita, espíritu crítico y capacidad de trabajo en equipo. De esta manera se hace preciso fomentar estas habilidades por parte de los profesores además de los conocimientos de la materia. Entonces, al evaluar sus resultados, daremos más crédito a sus habilidades y actitudes no centrando únicamente la valoración en la cuantía de información, o los aspectos exclusivamente memorísticos. Para ello los alumnos deben experimentar, trabajar en grupos, discutir sobre una base de igualdad con sus compañeros y profesores.

Y para dar énfasis al último punto que considero de real importancia, remarco que una gran parte del qué de una enseñanza depende del cómo se trasmite. Efectivamente, tal como afirman Pujol y Fons (1981, pág. 18): “Ningún profesor enseña bien si sus alumnos no aprenden. De nada sirve que él crea que enseña bien si sus alumnos no alcanzan los objetivos de conocimientos o comportamientos que él esperaba.”

Por lo tanto en esta gran tarea la de enseñar, nos encontraremos con miles de dificultades, y entre alguna de ellas será la forma de entregar nuestros conocimientos, pero en este punto, no debemos dejar de lado que frente a nosotros tendremos a una diversidad de personas que piensan diferente, que hablan diferente, que entienden de formas desiguales. Por lo tanto dentro de nuestra sala tendremos a 45 entes completamente diferentes y uno de los puntos primordiales es respetar cada una de las formas de pensar, adecuarnos a ellas, conocerlos lograr un ambiente adecuado para la enseñanza, y veremos como se nos abrirán las puertas, y como se nos facilitara nuestra labor.

Que no se nos olvide que nosotros también fuimos uno de ellos, y que pensábamos completamente diferente a nuestro compañero que estaba al lado, y que nos hubiera gustado que nos respetaran nuestra posturas, o no?

sábado, 17 de mayo de 2008

¿Cuál es según tu opinión la forma más justa de evaluar el desempeño de un estudiante?

“La evaluación se reconoce actualmente como uno de los puntos privilegiados para estudiar el proceso de enseñanza y aprendizaje. Abordar el problema de la evaluación supone necesariamente tocar todos los problemas fundamentales de la pedagogía. Cuanto más se penetra en el dominio de la evaluación, tanta más conciencia se adquiere del carácter enciclopédico de nuestra ignorancia y más ponemos en cuestión nuestras certidumbres. Cada interrogante planteado lleva a otros. Cada árbol se enlaza con otro y el bosque aparece como inmenso” (Cardinel, 1968)

La evaluación se convierte, en muchas ocasiones, en el puente o vinculo principal entre la enseñanza y el aprendizaje. Al hablar sobre evaluación estudiantil, se esta hablando al mismo tiempo de una serie de aspectos que van mas allá de unos resultados cuantitativos mediante los cuales se pretende determinar “que tanto han aprendido” los estudiantes. La evaluación, entendida como una serie de acciones continuas que los docentes realizan de manera cotidiana en el aula para indagar sobre el nivel de formación que han alcanzado sus estudiantes, no puede reducirse solamente a los resultados arrojados por los exámenes que son, en ultima instancia, una simplificación de la evaluación. Estos resultados, si bien son importantes para conocer el grado de adquisición de ciertos conocimientos y habilidades, constituyen solo uno de los elementos que forman parte de la evaluación en sentido más amplio. De esta forma, los resultados de los exámenes deben convertirse en un punto de partida para nosotros los docentes.

La evaluación así se constituye en un indicador que posibilita determinar la efectividad y el grado de avance de los procesos de enseñanza, aprendizaje y formación de los estudiantes, a la vez que nos permite a nosotros los docentes valorar nuestra labor y reflexionar en torno a ella para reorientarla y corregirla, de manera que contribuya, significativamente, a mejorar los procesos de enseñanza en el aula para promover un mejor aprendizaje. Tal como lo mencionan Díaz Barriga y Hernández Rojas (2000) “la evaluación del proceso de aprendizaje y enseñanza es una tarea necesaria, en tanto que aporta al profesor un mecanismo de autocontrol que la regula y le permite conocer las causas de los problemas u obstáculos que se suscitan y la perturban”, en este sentido las practicas evaluativas influyen de manera directa en las practicas de estudio (formas particulares de estudiar) que emplean los estudiantes y en la forma en que asumen la evaluación misma.

Así, la evaluación ha de ser parte integral en el proceso de aprendizaje y aportar información útil tanto para los profesores como para los alumnos. Por lo tanto, antes de emprender una tarea, éstos han de saber qué capacidades necesitan movilizar para llevarla a cabo. Igualmente, han de saber si van por el camino apropiado para alcanzar las metas asignadas. Por fin, al finalizar la actividad, han de poder medir fuerzas y flaquezas, lo que han adquirido y lo que queda por adquirir, valorar las estrategias empleadas.

De esta manera, la evaluación ha de acompañar y guiar al alumno en el proceso de aprendizaje. Ahora bien, la experiencia demuestra que lo que solemos llamar evaluación en nuestro sistema escolar, las más veces no sirve para ayudar al alumno sino para juzgarlo con arreglo a diversos criterios y estándares, como por ejemplo con una nota sobre una escala de 0 a 7. ¿Pero la nota realmente refleja el conocimiento del alumno?

Por lo tanto, creo que hay que renovar el método de evaluación que aun se sigue utilizando, es verdad que hay que implantar una evaluación igualitaria, pero también es verdad que esos 45 alumnos que voy a tener en la sala de clases no aprenden de la misma manera, por lo tanto tampoco no rendirán de la misma forma en la evaluación que yo igualitariamente implantaré, por lo mismo deberíamos buscar un medio de evaluación mas personalizado, donde se evalúe al alumno de la mejor manera posible, y que a la vez vaya en beneficio de su aprendizaje.

En resumen la evaluación de los estudiantes debe ser un proceso transparente y abierto, consensuado y sin ningún velo de misterio que oculte su intencionalidad, para que se convierta en un área de oportunidades y sea al mismo tiempo un espejo en el cual docentes y estudiantes puedan reconocerse y reconocer sus acciones.

Las anteriores consideraciones son una forma de mostrar las posibilidades y dificultades de abordar la evaluación de los estudiantes como un proceso integral e integrador, que sea de carácter formativo y que contribuya a mejorar la calidad de los procesos educativos. Asumir la evaluación como un proceso formativo, en permanente construcción y cambio, implica transformar las concepciones tradicionales y los esquemas rígidos de enseñanza y evaluación en los cuales las actividades evaluativas, mas que convertirse en un puente de comunicación entre docentes y estudiantes para identificar debilidades, dificultades y opciones de mejoramiento, son un mecanismo de poder y control para los primeros y una forma de sometimiento e intimidación para los segundos. Por lo tanto yo me pregunto ¿estamos dispuestos a cambiar esta concepción tradicional de la evaluación?

martes, 6 de mayo de 2008

¿Cómo se aprende Historia y Geografía?

Buena pregunta, ¿cómo aprendí historia en mi colegio? ¿Qué me motivaba a aprender Historia y Geografía? Una de las respuestas la he encontrado dentro de la Universidad y es la que nos recalcan cada día nuestros profesores, “para aprender Historia hay que leer”. Pero ahora si somos realistas, como van aprender nuestros alumnos, si ellos no tienen esa motivación en la lectura, eso quiere decir que ¿por no tener una habito de lectura ellos no van aprender? Yo creo que mas allá de la lectura de cada suceso de nuestra Historia esta la comprensión de éste, no sacamos nada con aprendernos de memoria el desarrollo de toda la historia del hombre, si realmente no comprendemos la importancia de los sucesos, es decir, la Historia nos sirve para que a través de los sucesos que se desarrollaron en el pasado tratemos de hallar una explicación racional para lo que ocurre actualmente.

Ahora si nos enfocamos a la otra rama, la Geografía, ésta se torna más cercana a mi parecer a los alumnos, pues se puede percibir diariamente, cuando llueve, el tipo de clima, la fauna la flora, etc. Es decir tiene un enfoque más práctico el cual puede tener más aceptación por parte de nuestros alumnos. Aquí recalco que una de las formas mas eficaces para lograr un desarrollo y aprendizaje en esta área son las SALIDAS A TERRENO, ya que a través de esta experiencia el alumno logra asimilar todo el contenido teórico impartido en las clases con la realidad.

A la vez en éste complejo aprendizaje, creo que uno de los factores primordiales en este proceso a pesar del interés por aprender por parte del alumno, influye además fundamentalmente la forma y la estrategia implantada por el profesor para entregar los conocimientos a sus alumnos, ya que debido a la elección de esta técnica depende el posterior interés que se logre formular en cada alumno, y el ulterior desarrollo del conocimiento en cada uno de ellos.

Para que esto tenga efecto, debe comenzar entregando los conocimientos de una manera mas dinámica, entretenida y de fácil acceso a los alumnos, para que así logre mantener despiertos a sus alumnos en las clases, participativos y animados en la clase y con ganas de participar y aprender, además éste conocimiento entregado debe ser significativo para que así pueda tener una comprensión mejor, que sea de mas fácil acceso para el alumno y así pueda ser procesada la información de una manera mas rápida.

Otra de las formas de hacer mas cercano y fácil este aprendizaje es, que no hay que entender la Historia tan sólo como una disciplina encaminada a proporcionarnos una mera información aséptica e inmóvil acerca de los acontecimientos que ya ocurrieron y que, por eso mismo, ya nunca más volverán, sino como una ciencia social dinámica en virtud de la cual podemos analizar y comprender cuáles fueron las fuerzas que, en tiempos pretéritos, encauzaron las iniciativas de las personas, de las sociedades, de los países y del mundo para llegar a ser lo que hoy son y de la manera que son y no de otra forma.

Por lo tanto el profesor como un ente activo dentro del proceso de aprendizaje es primordial, ya que a través de él se ira forjando el aprendizaje del alumnado, se ira desarrollando a la vez un previo interés hacia la asignatura, la cual tendrá un estigma positiva por parte del alumno la que predispondrá que los alumnos vengan con ganas a las clases, participen, y se logre un buen ambiente dentro de la sala de clases, lo que facilitara de mayor manera el aprendizaje de mis alumnos.

Y para finalizar destaco que en este desarrollo se ven dos realidades absolutamente diferentes, ya que por un lado esta el como aprendemos Historia nosotros como futuros pedagogos, y como aprenden Historia los que serán nuestros alumnos, creo que hay que hacer hincapié en este punto ya que nosotros aprendemos y estudiamos Historia y Geografía porque nos interesa y nos motiva, por algo estamos en esta carrera, pero en cambio, nuestros alumnos tendrán una perspectiva demasiado diferente, ya que para ellos es solo un ramo más, y muchas veces es el ramo mas latero en su enseñanza, ya que no le encuentran un sentido practico en su vida. Por lo tanto considero que la pregunta debería haber ido apuntada al ¿Cómo enseñáremos Historia y geografía?, pues el aprendizaje es individual y personal y todos aprendemos de una manera diferente.